Elvira Hernández. Poemas

hernandezelvira

(Lebu [Chile], 1951)

 

NN

como abrazos y piernas entumidas

como alguna muñeca descabezada

como esa mano hecha añicos con sus tendones al aire

como un ojo muerto y otro de vidrio empañado

como un maniquí de tienda pobre o

un vestido endurecido

como ese revoltijo del Patio 29

como el vaivén grisáceo que se arrastra

 

caminamos por Santiago

y quizás eso no importe ene

 

 

 

Quiero que la crítica diga

que mi poesía es del sur realista-austral

neorrealista como un ladrón de bicicletas

y el realismo mi única imaginación

 

también que a veces siento que el realismo

corrompe mi pretendida realidad

 

 

 

Nadie ha dicho una palabra sobre la bandera de Chile

en el porte……………………………………………..en la tela

en todo su desierto cuadrilongo

no la han nombrado

La Bandera de Chile

ausente

La Bandera de Chile no dice nada sobre sí misma

se lee en su espejo de bolsillo redondo

espejea retardada en el tiempo como un eco

hoy muchos vidrios rotos

trizados como las líneas de una mano abierta

se lee

en busca de piedras para sus ganas

 

 

 

Siempre leo noticias en los diarios

 

Para José Luis Mangieri

 

Una vez vi que la cabeza de Lenin se había

subido al piano y tocaba todas las teclas.

Después la vi por el suelo. Se cayó.

 

He visto páginas en blanco, ojos en blanco,

estómagos y cerebros en blanco, ningún

glóbulo blanco, hombres de blanco, blanqueos

al por mayor y mucha gente levantando bandera blanca.

 

Hojeo de ojeada. Paso por los puzzles,

los consejos caseros, los horóscopos.

 

No veo ningún artículo sobre el azar del espacio

y el Zar del Tiempo.

 

 

 

Hojas quemadas

 

no nos deshacemos por agua como pensaba Heráclito

ascendemos por la humareda de nuestros huesos

las ardidas hojas de un libro que nadie leyó

sobrevolando en sueños las islas del río Océano

contamos con los dedos congelados los renglones de este aire

el humo _ volutas de nada más que originario humus

los ramales de sangre con sus terrones granates

nosotros _ los que en este territorio fuimos también

cuerpos celestes.

 

 

 

Herbario

niña

en descuajamiento

ultra-ajada

desmenuzable

fina hierba

desmembrada

en suma desflorada

¿qué clase de flor es?

 

 

 

Yo, Elvira Hernández, la del barco estertor, la

 

que no tiene lugar ni contactos en la Corte, la

que se rompe la piel para salir de sí misma, la

que se droga con el veneno del pasado, la

que tendría que desaparecer

 

pronto

se hace humo con un pitillo de sueños

…………………………………………………..

cabeza vendada

ojos cerrados

peregrina

un rincón de «A Brasileira»

un pessoa bloody mary doble

un brindis solitario en el boulevard

del Chiado

 

autora de sí misma

camina por la Collique de San Sebastián

repitiendo a media lengua: aitor, aitor

como si dijera: «Padre, por qué me has abandonado»

otro brindis

 

 

 

El horizonte no tiene perspectivas

es una línea que le ha mentido a la imaginación

hasta el cansancio

nos ha mentido y mentido en un círculo vicioso

nos ha dorado la perdiz

nos ha hecho la guerra a muerte

y aquí estamos tirando línea

cuesta arriba

como burro de carga

 

 

 

© Elvira Hernández, de los poemas

© Álvaro Hoppe Guíñez, de la fotografía

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